Comentamos recientemente que el valor de la energía firme en Brasil (promedio de generación de junio 1949 hasta noviembre 1956, obtenida por simulación) es determinante en la obtención de la garantía física [1] de una UHE (terminología brasileña para centrales hidroeléctricas con potencia instalada mayor de 30 MW). La pérdida de carga hidráulica, a su vez, es fundamental en el cálculo de la energía firme: cuanto mayor es este valor, menor es la generación. El presente artículo presenta el análisis de un aspecto operacional de la pérdida hidráulica considerada en los modelos de simulación energética.
El Manifiesto Ecomodernista y la energía
Alrededor de 75% de la deforestación mundial se produjo antes de la revolución industrial. Una sociedad cazadora de no más de dos millones de personas casi llevó a la extinción de los grandes mamíferos de América del Norte en el pleistoceno tardío, época en que los seres humanos quemaban y destruían bosques en todo el continente. En realidad, al contrario de lo que parece decir el sentido común, las tecnologías utilizadas por nuestros antepasados para satisfacer sus necesidades alcanzaban un nivel de vida muy inferior al actual, con un impacto per cápita mucho mayor sobre el medio ambiente. De modo que, a menos que haya una mortalidad masiva, cualquier intento de reconciliar a la humanidad con la naturaleza, recurriendo a tecnologías similares a las primitivas, resultaría en un desastre inapelable desde el punto de vista ecológico y humano.
La relación entre garantía física y energía firme de una central hidroeléctrica en el Sistema Interconectado Nacional
En artículo anterior presenté el concepto brasileño de energía firme para aprovechamientos hidroeléctricos, que es el promedio de generación entre junio de 1949 y noviembre de 1956, obtenido por simulación con el modelo Suishi, de Cepel (Centro de Pesquisas de Energia Elétrica).El presente artículo presenta la relación entre la energía firme y la garantía física de una central hidroeléctrica, que es la cantidad límite de energía que los generadores pueden vender en contratos.Los conceptos presentados aquí son sancionados por la Portaria MME (Ministério de Minas e Energia) 101/2016.
El concepto de garantía física está íntimamente conectado al SIN (Sistema Interconectado Nacional).Según el sitio web del ONS (Operador Nacional del Sistema), el SIN es el sistema de producción y transmisión de energía eléctrica de Brasil – un sistema hidro-termo-eólico de gran porte, con predominio de usinas hidroeléctricas y con múltiples propietarios, y constituido por cuatro subsistemas: Sur, Sudeste / Centro-Oeste, Nordeste y la mayor parte de la región Norte.
El modelo computacional oficial de simulación de todos los elementos que componen el sistema interconectado – hidráulicas, térmicas, fuentes alternativas, transmisión, demanda, costo de energía – es el Newave, del Cepel.La figura siguiente, obtenida del sitio del Cepel, presenta un esquema simplificado de la operación del modelo:
El Newave no permite simulación individualizada de las plantas hidráulicas: como se muestra en la figura anterior, todas las HPPs (Centrales Hidroeléctricas) de cada submercado (Sur, Sudeste, etc.) son vistas por el Newave como apenas una central con un reservorio, con características equivalentes a la suma de las centrales originales – los llamados «centrales y reservorios equivalentes».
Energía firme: criterios brasileño y peruano
Para una hidroeléctrica, planta cuya generación depende de los caudales afluentes, el período de sequía es el que ofrece mayores riesgos al suministro de energía y, consecuentemente, a sus respectivos contratos de venta. Teniendo esto en cuenta, los países establecen diferentes criterios para el cálculo de energías pasibles de ser contratadas en este tipo de planta.
Tanto en el caso específico de Brasil como en el caso del Perú, «energía firme» es un término utilizado en el cálculo de esta energía pasible de ser contratada – pero tanto el criterio de cálculo como su finalidad son significativamente diferentes en los dos casos.
En Brasil, la energía firme es definida por la Portaria MME 101/2016 como la correspondiente a la generación media en los meses del período crítico del Sistema Interconectado Nacional, obtenida por simulación con el modelo Suishi, del Cepel. El período crítico, definido por la Ordenanza MME 18/2018, corresponde a los meses que van de jun / 1949 hasta nov / 1956.
En el Perú, la energía firme se calcula según los criterios presentados en el procedimiento PR-13 del COES (Comité de Operación Económica del SEIN). En este caso, la simulación energética se realiza para los doce meses de un año muy seco, con caudales correspondientes a la permanencia mensual del 95% (fijada por el «Reglamento de la Ley de Concesiones Eléctricas, conforme al anexo de la Ley 28832).
Además de la diferencia de criterios de cálculo, la forma de utilización y objetivos de las dos energías firmes de los dos países son también significativamente diferentes, y serán objeto de artículos futuros.
De todos modos, queda la idea de que cuando se habla de «energía firme», un especialista que estudia una hidroeléctrica en Brasil o en el Perú hablará de grandezas muy distintas – por más que, en los dos casos, el concepto de «energía de período seco” esté presente.